miércoles, 17 de octubre de 2012

NO TODOS TENEMOS...

No todos tenemos el mismo sentido del humor, eso está claro. No todos nos reímos con lo mismo ni hacemos el mismo tipo de gracias. Lo que a mí me hace llorar de risa, igual a ti te parece una tontería o una absurdez, y no sólo eso… que algo nos resulte gracioso o no también depende del momento, de la compañía y hasta del lugar en que nos encontremos… todos hemos dicho alguna vez eso de “es que éste era pa contarlo cando ya estás con el puntito”… El humor es tan diverso como diversas somos las personas que estamos en este mundo. Y lo bueno del humor es que no entiende de prejuicios ni de tabúes… el humor es aplicable a todos los ámbitos y sucesos de la vida, desde el más alegre al más triste, pasando por el más insignificante… La clave está en darse cuenta de que, como en casi todo, lo importante es la intención, la intención con la que esté hecha un comentario, un chiste, una caricatura, una viñeta… y cuando están hechos con el único propósito de...
arrancar una sonrisa o hacer una reflexión divertida, eso es humor… Cualquier tema es susceptible de pasar por el tamiz del humor, y hasta es saludable que lo haga… por muy escabroso, escatológico, macabro o intocable que sea… En cualquier caso, para ensanchar los horizontes de nuestro sentido del humor, lo mejor es aprender a reírse de uno mismo... no es fácil, pero sirve de mucho, a nosotros y a los demás… y lo primero para lograrlo es reconocerse y asimilar los propios defectos y limitaciones… comprender que no somos perfectos, aunque algunos estemos muy cerca de ello (cuñaaaooooo)… Estoy convencido de que no podríamos vivir sin humor, sin esa válvula de escape que más de una vez nos hace olvidarnos de aquello que no quiere dejar de dar vueltas en nuestra cabeza, sin ese lazo que muchas veces une más allá de idiomas y fronteras, sin esa excusa perfecta para echarse unas risas y quitarle hierro al asunto en cuestión… porque otra cosa no, pero la risa te deja nuevo, te hace sentirte bien, te hace verlo todo de otro color… de hecho, si todos nos riéramos hasta de nuestra sombra, otro gallo nos cantaría…
 
                    de Historias de La Alameda

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