Siempre he creído en el ser humano pero este debe conocer realmente como es el propio ser humano, en su diversidad e idiosincrasia, respetando siempre al prójimo y teniendo presente la pluralidad para la toma de decisiones, ya que solo así, podrá tener una objetividad suficiente para obrar con justicia y equidad. Si esto sucediera, todo sería mucho más fácil y justo, ya que no habría guerras ni pobreza, ni esclavitud ni hambre, ni tanta desigualdad y egoísmo que nos condena como especie. La enseñanza de hoy: "Antes de juzgar al prójimo, pongámosle a él en nuestro lugar y a nosotros en el suyo, y a buen seguro que será nuestro juicio recto y caritativo" (San Francisco de Sales)
Antonio Tejada
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