lunes, 15 de octubre de 2012

REFLEXIÓN

Pienso que los hombres deberían levantar la cabeza con el orgullo de todos cuanto les precedieron. Reclamar cuanto sea suyo, y no tomar nada que no le corresponda.
Exigir un trato igualitario, justo, una vida digna. Imponer la libertad como condición anexa a su condición de hombre. Ningún hombre es más que cualquier hombre, ni menos. La ropa no hace al hombre, ni su riqueza. Un hombre es su palabra, su compromiso, su educación, todo cuanto sabe, cuanto piensa y desea, todo cuanto siente. El sol sale para todos. La tierra no puede tener dueño, ni el aire ni el agua ni la lluvia ni el mar.

                                       Ignacio Bermejo Matínez

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